1964
algo
se mueve
En 1964, por vez primera desde la Guerra Civil, una bandera con la hoz y el martillo se exhibía en el palco de la delegación soviética que vino al Festival de Cine. Causó conmoción.
Cuatro años atrás, se celebraba en el Victoria Eugenia la primera final de la 'Txapelketa Nagusia' de bertsolaris desde 1936, y al final de la década se pudo estrenar la película 'Ama-Lur' después de una larga lucha contra la censura, mientras que el grupo 'Argia' llevaba la danza tradicional vasca al teatro.
Venían Atahualpa Yupanqui, Serrat, Chavela Vargas, María Dolores Pradera, Mocedades o Mari Trini, mientras los grupos rockeros locales, como 'Los Corsarios', se tenían que contentar con los conciertos matinales, en los que también participaron miembros del incipiente colectivo cultural 'Ez Dok Amairu' como Mikel Laboa, Xabier Lete o Lourdes Iriondo.
En teatro, se empezaba tímidamente a programar a Brecht, a Camus, y Adolfo Marsillach presentó el 'Sócrates' de Enrique Llovet con el subtítulo de "el primer hombre muerto por decir lo que pensaba". Sin embargo, el nuevo teatro euskaldun y contestatario se quedaba a las puertas del Victoria Eugenia y tomaba posiciones en el Principal. Allí se celebró en 1970 el Festival Cero, el primer Festival Internacional de Teatro Independiente del Estado, pero la censura a algunas compañías provocó una rebelión que obligó a suspender la clausura. La única actuación prevista en el Victoria Eugenia no pudo celebrarse.
No fue el Mayo Francés, pero algo estaba cambiando.
CARTEL LIVING THEATRE
La provocación del Living Theatre
En noviembre de 1967, el grupo de teatro euskaldun 'Jarrai' trajo al Victoria Eugenia a la Compañía más transgresora de los 60: el 'Living Theatre' de Nueva York. Las butacas del teatro se llenaron durante una tarde de greñas, ideales, vanguardia, rebelión y utopías.
El otro cine
El Festival de Cine combinaba los clásicos con una nueva generación de creadores: Miguel Picazo, Basilio Martín Patino, Elías Querejeta, Antxón Eceiza, Terrence Malick o Francis Ford Coppola. Este último recogió en 1969 el primer premio en su carrera por 'Llueve sobre mi corazón'.