1994
novatos y
consagrados
'Teatro Victoria Eugenia' es también el nombre de un disco, en cuya portada aparece la sala llena de espectadoras y espectadores. Se trata del doble CD grabado en directo, en octubre de 1994, por una banda donostiarra que había ido creciendo a lo largo de sus conciertos en el Victoria Eugenia. Duncan Dhu celebraba su décimo aniversario con madurez, emoción y cierto aroma a despedida.
Las canciones de Duncan Dhu resuenan en un espacio que desde finales de los 80 se ha convertido en escenario habitual para solistas y grupos de pop y rock (aunque a parte del público le cueste habituarse a la norma de no poder ponerse de pie, beber ni fumar). Leonard Cohen, John Cale, Ketama, Kiko Veneno, Loquillo, Joaquín Sabina y Serrat actúan aquí, además de los "reincidentes" Carlos Cano y Amancio Prada.
El Victoria Eugenia es también espacio para el descubrimiento de jóvenes valores, Por ejemplo, Javi P3z, en el Festival de Nuevas Músicas. O los cineastas noveles lanzados por el Festival de Cine. Además de su premio específicamente dedicado a los Nuevos Realizadores, el Festival se había atrevido en 1991 a entregar la Concha de Oro a un alavés de 24 años, Juanma Bajo Ulloa, por 'Alas de mariposa'.
En 1993 se verán algunos asombrosos frutos de la cantera de artistas vascos. La soprano Ainhoa Arteta triunfa con 'La Traviata' en la Quincena Musical. Y en el Maiatza Dantzan, dentro de la compañía de Víctor Ullate, sorprenderá una bailarina de 18 años llamada Lucía Lacarra...
Sus primeras lágrimas
Aquel joven actor con pinta de hombretón nos sorprendió llorando como una magdalena al recibir la Concha de Plata por su interpretación en dos películas del Festival, 'El detective y la muerte', de Gonzalo Suárez, y 'Días contados', de Uribe. Javier Bardem se emocionaba en el mismo escenario que antaño pisaron su abuelo Rafael y su madre Pilar. Curiosamente, en aquella edición de 1994 también estaría por el Victoria Eugenia cierta joven actriz a la que luego le uniría el amor (y el Oscar). Penélope Cruz vino a presentar 'Todo es mentira'.
Breve 'cacatúa'
El Victoria Eugenia fue testigo del intento de creación de un Teatro Nacional Vasco. La Diputación guipuzcoana impulsó, como germen de aquél, Arteszena, con dirección de Maribel Belástegui (Orain) y Fernando Bernués (de Tanttaka, más tarde director de la exitosa 'El florido pensil'). Pero la iniciativa de Arteszena apenas dura dos montajes teatrales,
'La cacatúa verde' y 'Mephisto', y uno de danza. Años atrás también hubo otro intento de teatro público, con el musical 'Pipin', producido por el Gobierno Vasco.
