La cineasta chilena Carmen Castillo recibirá este año el Premio del Festival de Cine y Derechos Humanos de San Sebastián. La entrega del premio tendrá lugar en el Teatro Victoria Eugenia el viernes 21 de abril a las 19:30, en la gala de inauguración del festival.

21.04.2023
© Elisa Lipkau
© Elisa Lipkau

Carmen Castillo Echeverría (Santiago de Chile, 1945) fue expulsada de su país el 26 de octubre de 1974 por el régimen del general Pinochet instaurado tras el golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973 que derrocó al Gobierno legítimo de la Unidad Popular presidido por Salvador Allende. Tres semanas antes, el 5 de octubre, la DINA (la terrible policía secreta) había asaltado la casa de la calle Santa Fe, ubicada en una comuna al sur de Santiago, donde Castillo vivía en clandestinidad con su compañero Miguel Enríquez, entonces máximo dirigente del MIR (Movimiento de Izquierda Revolucionario). Ambos formaban parte de la Resistencia mirista contra la dictadura. Enríquez murió defendiendo su propia vida y la de su compañera, que resultó gravemente herida estando embarazada.

Carmen Castillo comenzó su largo exilio en Cambridge. Después de errar por el mundo en busca de ayudas para la Resistencia chilena, a finales de 1976 se instaló en París, donde sigue residiendo, aunque con la restitución de la democracia desde que Pinochet perdió el plebiscito de 1988, ha ido retornando a Chile durante periodos cada vez más largos. El retorno, sin embargo, nunca ha sido definitivo.

Ha dirigido una veintena de documentales, entre los que destacan los que ha dedicado a hablar de Chile, de la dictadura y de su exilio, como La Flaca Alejandra (1994), El país de mi padre (2004) o Calle Santa Fe (2007). En 2015 presentó On est vivants (2015). Ha escrito Un día de octubre en Santiago, Ligne de fuite y Santiago-París. El vuelo de la memoria (coescrito con su madre, Mónica Echeverría).

El premio es una réplica del monolito Oroimena – Memoria en memoria a todas las víctimas, obra del artista vasco Aitor Mendizabal.

En 2007 se instaura el Premio del Festival de Cine y DDHH para reconocer el trabajo y la implicación de personalidades del mundo del cine en favor de los derechos humanos. Ese año se concede el galardón a la actriz Pilar Bardem, en reconocimiento a su trayectoria personal de defensa de los derechos humanos, la democracia, la paz y su solidaridad y trabajo a favor de las causas y colectivos más desfavorecidos.